¡Ummm! El queso frito Camembert es un entrante o picoteo ¡perfecto!, a mi me encanta pedirlo cuando salgo a comer fuera de casa, y esta bien me he decidido a prepararlo en casa y ha sido todo un acierto, un entrante que es una maravilla.
De esta receta me encanta la combinación de galletas y pan rallado, no se llega a notar que lleva galletas, pero es verdad que es un rebozado especial que si lo probáis seguro que os encantará ;), y como yo siempre digo, todo es probar...
Lo único que tengo que decir es, que la costra que cubre el queso no me termina de entusiasmar mucho, casi que prefiero hacerlo sin él, pero una vez intenté quitársela y se me desmigajó el queso, así que esta vez no lo intenté. Pero el otro hablándolo con un amigo me dijo que podría intentar quitarle la costra si este está bien frío o que si el queso era más grueso sería mejor, todo sea por mejorar...
¡Ah! y antes de que me olvide, en el paso a paso se ven dos huevos, pero para un queso no es necesario, con un sólo huevo es suficiente, por eso entre los ingredientes sólo he puesto uno.
Ingredientes:
- 1 queso Camembert (240 gr. aprox.)
- 1 huevo L
- 5 galletas (tipo María)
- Pan rallado
- Aceite de oliva (para freír)
- Mermelada de arándanos
Preparación:
Para que no se salga el queso, es importante que hagamos dos veces el rebozado, así quedará bien cuarto el queso y no se saldrá.
Abrimos el paquete donde esté el queso, y lo cortamos en los trozos que queramos, yo lo corté en ocho trozos. A continuación preparamos el rebozado, picamos las galletas con la ayuda de una picadora hasta dejarlo como arena fina, y luego la pasamos a un plato y añadimos pan rallado, reservar. Batimos un huevo con un poco de sal en un plato hondo, reservar.
Ahora pasamos el queso por el huevo batido, y luego por el pan rallado mezclado con la galleta, presionando para que se pegue bien, y volvemos a pasarlo de nuevo por el huevo batido y luego por el pan rallado con la galleta, y vamos colocando los trozos de queso empanado en un plato. Haciendo doble rebozado evitamos que se salga el queso al freírlo.
Llevamos al fuego una sartén con aceite de oliva y dejamos que el aceite esté bien caliente, ponemos a freír el queso de uno en uno, primero por un lado, y luego por el otro, evitando darle muchas vueltas para que no se nos rompa. Cuando esté doradito por ambos lados, ya estará listo.
A la hora de servirlo, los podemos acompañar con mermelada de arándanos o de otro sabor.
De esta receta me encanta la combinación de galletas y pan rallado, no se llega a notar que lleva galletas, pero es verdad que es un rebozado especial que si lo probáis seguro que os encantará ;), y como yo siempre digo, todo es probar...
Lo único que tengo que decir es, que la costra que cubre el queso no me termina de entusiasmar mucho, casi que prefiero hacerlo sin él, pero una vez intenté quitársela y se me desmigajó el queso, así que esta vez no lo intenté. Pero el otro hablándolo con un amigo me dijo que podría intentar quitarle la costra si este está bien frío o que si el queso era más grueso sería mejor, todo sea por mejorar...
¡Ah! y antes de que me olvide, en el paso a paso se ven dos huevos, pero para un queso no es necesario, con un sólo huevo es suficiente, por eso entre los ingredientes sólo he puesto uno.
Ingredientes:
- 1 queso Camembert (240 gr. aprox.)
- 1 huevo L
- 5 galletas (tipo María)
- Pan rallado
- Aceite de oliva (para freír)
- Mermelada de arándanos
Preparación:
Para que no se salga el queso, es importante que hagamos dos veces el rebozado, así quedará bien cuarto el queso y no se saldrá.
Abrimos el paquete donde esté el queso, y lo cortamos en los trozos que queramos, yo lo corté en ocho trozos. A continuación preparamos el rebozado, picamos las galletas con la ayuda de una picadora hasta dejarlo como arena fina, y luego la pasamos a un plato y añadimos pan rallado, reservar. Batimos un huevo con un poco de sal en un plato hondo, reservar.
Ahora pasamos el queso por el huevo batido, y luego por el pan rallado mezclado con la galleta, presionando para que se pegue bien, y volvemos a pasarlo de nuevo por el huevo batido y luego por el pan rallado con la galleta, y vamos colocando los trozos de queso empanado en un plato. Haciendo doble rebozado evitamos que se salga el queso al freírlo.
Llevamos al fuego una sartén con aceite de oliva y dejamos que el aceite esté bien caliente, ponemos a freír el queso de uno en uno, primero por un lado, y luego por el otro, evitando darle muchas vueltas para que no se nos rompa. Cuando esté doradito por ambos lados, ya estará listo.
A la hora de servirlo, los podemos acompañar con mermelada de arándanos o de otro sabor.
1 comments
Hacer recetas con queso es una deliciosa experiencia gastronómica. Su versatilidad y sabor único transforman platos simples en exquisiteces que conquistan los paladares con su irresistible encanto.
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